Las energías renovables son aquéllas que se utilizan a partir de la naturaleza, y que son consideradas inagotables y que siempre están ahí debido a la propia naturaleza de la tierra. Entre ellas está la utilización de la energía solar, la fuerza del viento (eólica), el calor de la tierra (geotermia), la fuerza que producen los ríos y corrientes de agua dulce (hidráulica), etc.

Muchas empresas alrededor del mundo han adoptado todas las energías renovables posibles a su favor y las han adaptado según las actividades que se desempeñan en cada caso específico.

Como ejemplo se pueden mencionar, aquellas empresas dedicadas a la siembra, cosecha y empaque de frutas y vegetales frescos, que ahorran una significante cantidad de dinero utilizando energía solar en lugar de eléctrica para lavar y procesar la cosecha, además de calentar el agua utilizada en este proceso. Asimismo esta agua caliente se utiliza en baños y comedores de las empresas para optimizar costos.

La energía eólica y la hidráulica funcionan más o menos de manera similar entre sí, ya que la fuerza del viento y la fuerza de las corrientes de agua (respectivamente) son transformadas en energía eléctrica, lo que permite a las empresas dedicadas a esto, pueden ofertar la energía aun más barata, traduciéndose en bajos costos para aquellas empresas que se proveen de este servicio.

En estos tiempos en que todo tiene un poder adquisitivo muy elevado, es importante considerar que como empresa, y como población, debemos tomar en cuenta muy seriamente recurrir a este tipo de energías que son renovables y así, reducir costos de producción que finalmente llegan a cada hogar plasmado en el precio de cada bien y servicio que llega a nuestras manos. Por otro lado, nuestro planeta está expuesto a altísimos índices de contaminación que están teniendo consecuencias irreversibles, haciéndolo más desequilibrado en temperaturas, flora y fauna, por lo que es importante considerar recurrir a procesos que no agraven más la alta contaminación en el mundo.